sábado, 4 de septiembre de 2010

Se nos queda corto.

La Republica Mexicana.

Terraceria rumbo al norte, llena de engranajes oxidados de sudor, de sangre y de lagrimas. Son dos o tres, o cinco o quinientos , o una cantidad incomprendible de reflejos marcados por lineas divisorias y libre mercado, mercado de suenos, de fantasias mal vendidas, de pedazos de alma que se dejan atras. Son metros y kilometros y un volado que no tiene dos caras, solo una, la de el norte, la de la brujula que apunta a un solo destino,imperdible, de centavos y verdes bienestares. Ruidos de vagones, de llantas y de motores, de torretas, la octava sinfonia de un publico esperanzado que avanza al fragor de brillos en la loma, lejanos e incomprendibles por la razon. Son demonios azules, y letras andandantes y omnipotentes de ultimos dias, y verdes fantasmas que acechan al anocher, y al atardecer y a cada minuto que pasa como horas y esas horas como dias, y esos dias como una eternidad. Caminos astillados, caminos inconclusos, caminos fracturados, solo caminos, caminos que van hacia el norte,caminos que no tienen vuelta atras...

Ahi nos vemos yo ya me voy pa' El Paso.